DÍA 6

¿Por que he decido hacer ahora los 100 días saludables? Llevo un mes lleno de eventos en los que he cambiado mi rutina: bodas, fines de semana con amigas, conciertos... Esto inevitablemente me ha llevado a tener falta de sueño, resacas horribles, malos entrenos... y ya hechaba de menos algo de rutina. ¿Esto quiere decir que me arrepienta? ¡PARA NADA! Mi rutina me gusta y por eso quiero volver a ella, porque es como me encuentra agusto, despierta y fuerte pero lo vivido lo he disfrutado como una enana. Hay momentos para todo en la vida. Hace años depués de un mes de julio tan intenso me deprimiría, pensaría que he tirado un montón de cosas por la borde y me hubiera sentido terriblemente culpable.
LA CULPA. La culpa es algo que me ha perseguido toda la vida y que m ha hecho sufrir mucho sin necesidad. Culpa ¿de qué? de haber disfrutado, de haberme tomado unas cañas, de haberme comido un helado viendo una buena peli, de bailar hasta las 5 de la mañana y saltarme un entrenamiento? Hay que sentirse culpable po robar, violar o matar, no de disfrutar de la vida y de disfrutar de nuestra libertad.
Esa culpabilidad me hubiera llevado a pesarme 8 veces al día, llorar, ponerme ropa olgada (porque mi cerebrito estaría pensando que nada me valdría...), no arreglarme como suelo hacerlo para hacerme sentir más fea y desgraciada y castigarme más a mi misma y así hundirme en mi mierdita. Todo esa basura me hubiera llevado a su vez a compensar mi comportamiento severamente entrenando más, comiendo piña-pollo y poco más, alguna vez incluso intenté provocarme el vómito (menos mal que no lo conseguí...).
Pero HOY NO, hoy no me voy a sentir culpable, no voy a sentirme culpable porque simplemente no he hecho nada malo, todo lo contrario, he sido libre de hacer lo que me diera la gana sin remordimientos, disfrutando cada cucharada del helado, viéndome en el espejo al día siguiente y sintiéndome estupenda (aunque tenga algo más de tripita, no hay nada malo en ello, a ver si nos enteramos). Así que hoy me siento ORGULLOSA de haber apartado a la culpa, a esa autoexigencia que nos han impuesto.
Vuelvo de nuevo a mi rutina porque me apetece, porque disfruto comiendo coliflor y saliendo a correr pero no porque me sienta culpable. También disfruto de vez en cuando con una caña y eso, una buena charla con una cervecita fresca en buena compañía entra dentro de lo saludable.
Así que ¡ha vivir la vida!


 



Comentarios